Esta
novela, ganadora de Premio Vergara de Novela Romántica, sorprende
por su singular planteamiento.
Es
como coger a Lisbeth Salander de la saga “Millenium”
y ponerla en el papel de Alison Dubois de la serie “Medium”,
añadirla unas gotas de friquismo y colocarla frente a un tipo duro
pero de corazón tierno.
La
novela romántica paranormal tiene un amplio bagaje y gran variedad,
pero me gusta el acercamiento que hace la autora a este personaje
antisocial y arisco, que se hace querer. La historia tiene su
importancia en la novela, ya que es una mezcla de 50/50 entre
aventura y romance.
Pero
lo que más divertido y sorprendente fue su lengua actual pero
repleto de metáforas dignas de los “Loony Toons”. Actuales,
chispeantes, originales y que te hacen sonreír aunque estés a
solas.
Es
entretenida, cargada de cinismo muy juvenil y aunque no es una Obra
Maestra yo la encuentro maravillosamente agradable. Algo así como
una cerveza fresquita con su tapita antes de comer frente a la playa…
Sencillo y placentero pero sin pretensiones.
Ojo
que la protagonista apunta maneras y el final te deja con las ganas
de más. Todo apunta a que éste sólo es el principio de alguna
novela más con Carla Monzón y Eric Serra de protagonistas. Esta
pareja todavía tiene mucho que decir.
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