Cuando vi el primer número de esta singular creación de Alan Moore, mi primera impresión fue que era un "homenaje" hacia Wonder Woman. FALSO.
Promethea nada tiene que ver con esa heroína de DC. Promethea es magia, pero no la magia a la que estamos acostumbrados. Una magia exigida mediante invocaciones rituales, casi siempre de forma imperativas o agresiva. El protagonista la domina como se domina a un león o tigre en el circo. Subyugando por la fuerza hasta quedar sólo la apariencia pero perdiendo la belleza de la libertad.
Porque Promethea es una y son varias, todas son Promethea y cada una es diferente. Porque a Promethea no se la invoca, se la evoca. Y os preguntareis sobre cuál es la diferencia... Moved esos dedidos y buscad las definiciones en RAE.ES. Pero como hoy me siento misericordioso os lo resumiré: Invocar es pedir, demandar... Evocar es traer a la memoria, sin exigir, ni pedir... basta sólo el recuerdo, la idea, el concepto.
A lo largo de los diferentes números vemos la evolución de un personaje que va pasando de las aventuras y la acción de los primeros números a empezar a caminar cada vez más por los sinuosos y variopintos caminos de la magia, la mitología, el misticismo, la espiritualidad en todas sus acepciones y modalidades.
Alan Moore nos va introduciendo a traves de encuentros con fantasticos personajes o buscando respuestas a traves de rituales tan fantásticos como originales. Número a número no sólo ves las aventuras de Sophie por ser mejor y cumplir su misión, también vas entrando en una clase muy didáctica sobre la magia natural, la sexual, el tarot, la cabala, la importancia de los símbolos... Y todo ello ilustrado con maestría, sin darte tiempo a aburrirte, por J. H. Williams III. Un camaleón a la hora de dibujar, dando a cada plano en el que se mueve la protagonista un ambiente diferente respecto a los otros.
Los números finales son como una explosión de fuegos artificiales que te sorprende y maravilla a partes iguales. El número en que la unión de todas las páginas podía crear un poster es sencillamente ALUCIANTE. Es el contrapunto perfecto a una obra no siempre ligera, pero cuando se mueve por los caminos de la acción terrenal resulta refrescante. algo diferente y a la vez adictivo.
Para mí, la saga que más me ha gustado es la del Juicio de las dos Prometheas. Un homenaje al ya clásico juício salomónico pero disparando indirectas muy duras sobre la realidad y la vida.
Para certificar la calidad de esta obra, quiero añadir que recibió cuatro premios Eisner (algo así como los oscar del cómic en USA):
- 2000. Premio Eisner al Mejor Guionista Alan Moore.
- 2001 Premio Eisner al Mejor Guionista Alan Moore.
- 2001 Premio Eisner alº #10: "Sex, Stars, and Serpents".
- 2004 Premio Eisner al Mejor Guionista y mejor cómic en serie continuada, mejor equipo de dibujante-entintador y mejor colorista.
La ilustración con la que finalizo este post es un homenaje a los personajes que ha manejado Alan Moore (
el melenudo con barbas de la derecha) y que les dio una vida muy especial. Vemos a Miracleman, la Cosa del Pantano, Roschach de Watchmen, Superman...