Noelia Amarillo es una de las nuevas escritoras españolas de literatura romántica que, junto Megan Maxwell, más me ha sorprendido de manera agradable. No sólo por utilizar el sexo y el humor como ya vienen haciendo muchas escritoras, sino por el tipo de gente que utiliza como protagonista... la gente de a pie. La gente de barrio obrero. Currantes en polígonos o tiendas de barrio...
La escritora toma el muy visto estilo romance erótico y lo traslada a la dura realidad del pueblo llano. Nada de príncipes azules, ni princesas encantadas, lejos de reinos o condados... El territorio son las grandes poblaciones del extrarradio de Madrid. Los barrios obreros de Alcorcón. Los personajes son casi de carni y hueso. Tiernos, humanos, imperfectos, con sus virtudes y sus defectos. Gente que sobrevive trabajando ocho o más horas diarias de lunes a sábado explotados en polígonos industriales, que viven en pisos de protección oficial o en costrucciones de los años cincuenta... en resumen, supervivientes de la economía de mercado del capitalismo. Gente de a pie de calle.
No sólo encontramos romance en cantidades industriales, además del sexo en grandes dosis y sin tapujos me encantó el humor salvaje y correoso, lleno de sarcasmo corrosivo que se puede leer página por página. Utiliza con maestría un lenguaje llano y de calle, con sus manoletillas y sus tacos, insultos, etc...
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