Este
singular título corresponde a una novela de Javier Romero publicada
el año pasado por una desconocida editorial Cristal
(www.loslibrosdecristal.com) y que me ha sorprendido
por una frescura que echaba de menos. Es verdad que no es una
maravillosa obra de arte digna de pasar a la posteridad… Pero es
alegre, divertida, desenfadada, amena, te engancha desde la primera
página. Los personajes suplen su disparatada personalidad con una
carga de simpatía que te impide verlos con malos ojos.
La
historia principal la protagoniza una “peligrosa” trabajadora del
SAMUR que se deja enganchar por un ricachón francés… A ésta se
unen como líneas secundarias las historias de la hija y el padre del
ricachón por un lado y de la madre y el hijo de la trabajadora por
otro.
Quizás
la parte más débil sea la historia entre los dos hijos, pero en
general, el autor salva esta novela con un notable alto en sólo 250
páginas. Todo un logro hoy en día.
Se
agradece historias sin grandes melodramas y una buena carga de humor
que te recarguen de optimismo. Felicidades, Javier Romero. Te estaré
vigilando… A la espera de nuevas aventuras.