Publicada en 2008 como Bad Girl por esta misma editorial es una novela ágil y sin pretensiones excepto para mostrar como puede ser el placer de un voyeur. Es una novela suave que baila entre el erotismo controlado y romántico con pequeñas tramas oscuras de serie negra para dar un poco de vida a la historia.
Los protagonistas se sienten un tanto apartados de lo que consideran normal por sus pequeñas aficiones: Ella por placer y curiosidad; y él por deformación profesional. Lo que comienza siendo un juego pícaro y sin pretensiones de volar más allá de un rato de diversión, se va convirtiendo en un juego de tira y afloja, un concurso de quien se atreve a más...
Su lectura es ágil, alegre y sus descripciones pese a sencillas te ponen caliente y a tono mucho mejor que ciertas ñoñerías que presumen de sexualidad BDSM.
Lástima que la foto de la portada no refleje para nada la figura de la protagonista y que tanta importancia tiene en la novela. Ya va siendo hora de abandonar las famélicas modelos huesudas por chicas sanas con carnes en sus curvas y sin prejuicios.
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