Vuelve Noelia Amarillo con una de sus clásicas novelas de excesos. Cargada de personajes extremos situados en el borde de la sociedad pero que ella logra retratar con una humanidad admirable.
Vuelve a retomar unos personajes de su novela Ardiente Verano para mostrarlos años después en una situación que nos sorprende y desconcierta pero que logra explicar con sutileza mientras muestra la evolución de los personajes.
Vuelve a ser esa escritora de personajes cortantes, de malos que son buenos pero no saben como mostrarse, de erotismo descarnado y salvaje mostrado sin tapujos. De historias de amor que están ahí pero que no terminan de amarrarse. De gente real del pueblo llano alejado de la urbe, gente llana con ideas claras que ven las cosas desde un punto de vista práctico y honesto.
Es mi Noelia Amarillo favorita. La que escribe sin miedo sobre el lado salvaje del amor. De las locuras que crea y sobre todo de la gente sencilla a la que afecta. Nada de vestidos de marca o Manolos para vestir a los protagonistas. Gente sencilla.
Es una de mis favoritas a la hora de escribir historias fuertes, de sexo, amor y mucha pasión.
Adictos a las novelas románticas eróticas...No os la perdais. Es imprescindible.
